Cuando mi madre española me invitó a la ópera, al principio no tenía ganas de ir porque mi madre americana siempre se quejo de la música clásica y la ópera como cosas irrelevantes a la sociedad moderna, pero me dio cuenta de que si no fuera, sentiría que me haría falta una experiencia de la cultura tradicional. Nelly y yo no vestíamos en vestidos formales (a la sugerencia de nuestra madre española) y fuimos pero cuando llegábamos, no me sorprendí el número de personas bien vestidos (algunas de ropa más formal que nosotras), pero la gente que llegaba llevando los jeans y una camiseta – la primera mezcla de tradición y modernidad que vería esta noche.
Históricamente, la ópera ha sido un aspecto cultural de las clases sociales más altas por todos partes. Pero hoy en día, es más accesible para las clases medianas y más bajas. En mi opinión es una lástima que grandes partes de la población nunca han visto una ópera porque es algo que pertenece mucho a la cultura tradicional, y por lo más contiene temas que trasladan los siglos y son relevantes en nuestra sociedad contemporánea. Hoy en día, hay demasiado énfasis en la modernidad y la tecnología que muchos aspectos de la cultura antigua y tradicional están perdidos en la rapidez de la vida diaria.
El Teatro Real es un sitio increíble, no solo por su atmosfera, sino también la arquitectura y su adorno. El teatro fue construido en una manera semejante al teatro que visitamos en Alcalá de Henares en el primer día. Al frente del escenario estaba la orquesta y unos asientos que hoy en día son los más caros aunque eran los más baratos en el siglo XVII. En los tres lados que rodean el escenario, hay 4 pisos de asientos y en los laterales hay palcos de teatro que resemblan los del teatro antiguo donde los reyes y la nobleza se pudieron esconderse del público.
La opera de la noche era L’incoronazione di Poppea (La coronación de Popea), que fue compuesto por Claudio Monteverdi en el siglo XVII. Esta ópera era muy provocativa en su época y llamó mucha atención crítica debido al contenido sexual y erótica que rompió las tradiciones de las operas antiguas. Los disfraces de los personajes eran muy complicados y el escenario y la orquesta eran muy simples, como el teatro español del siglo de oro de que hemos aprendido en Alcalá también.
La obra trata del amor complicado entre tres personajes principales y el deseo de romper las tradiciones del statu quo. Nerone, el ejemplo del deseo desmedido, Poppea, el ejemplo de la ambición del poder, y Ottavia, el deseo de la venganza, luchan contra las tradiciones sociales apoyados por el filosofo Seneca, y es solo después de su muerte que los tres pueden alcanzar sus metas y instituir aspectos de la modernidad. Aunque la opera no era mi favorito, a mí me parece muy interesante la tema de la noche de la mezcla y transición de la modernidad y tradición porque no solo ha aparecido en la clase de Nuria, pero también en la clase de Marcos con las transiciones del gobierno del Franquismo a la democracia de hoy en día. Mi madre española todavía mantiene muchos de los conceptos tradicionales y conservativos de la época del Franquismo y es interesante ver su reacción a las ideas modernas que Nelly y yo estamos compartiendo con nuestra familia española.
Morgan McLeod
Morgan,
ReplyDeleteLo que verdaderamente me interesa es el intercambio de la modernidad y la tradición en España que has mencionado. Creo que nunca iba a una obra de ópera; no estoy seguro, quizás cuando fuera joven. Tienes razon cuando dices que la ópera es un ejemplo perfecto de este intercambio. Después de ver una representación fantástica de ballet flamenco de Carmen, quiero ver la ópera también. Sin embargo, creo que cosas como la ópera es una cuestión de preferencia, parecidos a los museos del arte y algo así. Si no le gusta, no tienes que ir. Si quieres ir a una ópera para experimentar la transición entre la modernidad y la tradición, existen mucho más ejemplos en Madrid para disfrutarse
John Sheng